22 ago 2011

El Observador

Ya tenia los pasos ensayados hacia la ventana, se posaba en ella y empesaba a mirar su ciudad. Siempre fiel permanecia ella. Nunca le iba a faltar, de eso estaba seguro. Sus luces, sus esquinas, sus habitantes. Todo era mas que suficiente.
Y empesaba asi su recorrido. Primero... el bar de la esquina, despues el kiosco, seguido por la mansion abandonada, el grupo de edificios celestes y por ultimo, la plaza.
Asi pasaban horas, en cada uno de los escenarios de esta obra se desarrollaba un show especial. En cada uno su ciudad tomaba vida. El bar era el lugar para que la juventud planeara la noche. El se reia, lloraba, vivia por ella.
Pero algo sucedió esa noche. Mientras que el seguia con su rutinaro paseo, un grito helado atraveso el cielo, quebrandolo... despues no hubo mas que silencio. La ciudad no tenia vida, como si nada hubiera pasado, entonces se pregunto que era lo que habia interrumpido su paz. De pronto la ciudad quedo despoblada. Desesperadamente busco alguna señal pero no pudo encontrar nada. Solo le quedo observar.
Todo era calma hasta que otro grito se anuncio. Intento averiguar de donde provenia. Lo logro. Era del grupo de edificios celestes. Una pregunta llego a su cabeza ¿Provenian los dos del mismo lugar? ¿Cómo saberlo?... los gritos eran parecidos pero ¿eran iguales? Siguio pensando mientras su ciudad continuaba sin vida.
Necesitaba aclarar sus dudas, entonces se quedo esperando el tercer grito... no paso tanto tiempo cuando, del mismo lugar, llego. Era diferente a los anteriores, parecia que hubiera sido cortado. De pronto escucho ruidos de motor, por un momento se ilusiono, penso que por fin su ciudad habia reaccionado, pero no. Llegaron a los edificios y de ellos salieron un grupo de soldados, se subieron a las camioneta para ir a la plaza. Durante el viaje, él los seguia con la vista. Llegaron y empesaron a bajar un par mesas, entonces armaron una carpa en el medio de ella. Se trato de consolar pensando que era un sueño peo se dio cuenta que nunca habia dormido... volvio a la realidad.
El movimiento era constante, escucho ruidos de motor, se dio vuelta y vio que se acercaban a la plaza camionetas iguales a las primeras, penso que eran la fuerza que los iba a combatir, pero se dio cuenta que frenaron en la plaza y se bajaron mas soldados. Atrás lego un auto con lo que parecia ser un coronel. Se bajo. Desde donde estaba noto su corbata.
Se preparo y empeso a marcar lugares en el mapa que habian tendido sobre la mesa. Ni bien los señalaba un grupo de soldados salia para el campo de batalla. Asi, dos horas despues, habia destruido la mitad de su ciudad. No tuvo piedad por nada. Ataco el grupo de casas, al bar. Absolutamente todo lo que estaba en su paso era destruido. ¿No era suficiente lo que habia hecho? Su duda se aclaro cuando un grupo de jeeps salió para donde estaba él. Por el momento el supuesto general no habia salido de la plaza, hasta ese instante donde sé subio a uno de sus jeeps y arranco el viaje.
Llegaron bastante rapido y fueron diretamente a su edificio, como sabiendo donde estaba él. Los vio entrar... entonces solo espero.
Los escucho tocar la puerta... los escucho romperla... los escucho caminar por el pasillo... los escucho llegar a su habitacion... tocaron la puerta... esperaron, entonces rieron. Entraron... cuando lo vieron quedaron vacios para siempre...

Mientras los grillos se hacian protagonistas unicos de la noche, ellos no morian... ya no vivian siquiera...

14 ago 2011

Tradicionalismo

Todos pretendemos decir que escapamos de los viejos conceptos de forma y dialecto tradicionales a nivel político, nos gusta creernos poderosos ideologicamente sin ver o analizar que es lo que estamos haciendo o que estamos mostrando como presente. Los esquemas que denotan eso en acciones, quedan plasmados en los momentos mas simples a niveles de necesidad, no, decir simples suele ser injusto, son esos momentos de fuerte presión o violencia al choque. Al viento le gritamos muchas cosas, demasiadas si somos realistas, sabiendo que poco de eso es verdad, lo que mas perturba suele ser o aparecer, es la hipocresía con la que uno se termina manejando. De sociedad estúpida e individuos egoístas, poco futuro se puede pretender. Delante de nosotros siempre va a haber un espejo y no buscamos cambiar eso. Somos y nos aferramos a ese pasado que nos da la falsa sensación de seguridad, somos tibios en todas las formas de conceptos, y falsos al llevar las consecuencias. Uno no muere por algo, ni se desata una guerra por un solo motivo... deberíamos ser la continuidad y la constancia de lo verdadero y no el superficial intento de cambio, somos lentos en reacción, lentos en progreso, lentos en ideas... contemporáneos en dialectos pero tradicionalistas en forma. Atamos, así, la falsedad a nuestras rutinas y nos aferramos a ella por miedo, así es triste pensar que nunca le soltaremos la mano a la mentira. Detrás de eso, queda la esperanza.

10 ago 2011

Ser en el hoy sin ayeres.

Hoy se siente una nueva y extraña consecuencia, nada de lo que hoy se presenta se procede como algo enteramente original, somos, obviedad pertinente, las consecuencias del pasado y así reaccionamos, aunque también es cierto que hemos perdido parte de esa responsabilidad y hemos aprendido a rechazar esa carga que nos transmitirán nuestros padres o familiares, o simplemente la historia pasada. Madurez en reacciones y acciones, se alejan así nuestras conciencias de los discursos cargados de ese extraño color sepia. Ojo, no todo esto significa rechazo, solo una leve mejoría en el filtro. Hemos aprendido, como generación y presente manifestación social, a crear y defender nuestras propias causas e ideas. Ya no todo es el hippismo de los 70 o el anarquismo siempre presente. La sociedad como individuo ha alcanzado otro poderío a nivel ideológico. Siempre, también es claro, van a estar aquellos que se aferren a ideas pasadas con poca proyección en las necesidades reales que se presentan en el día a día, pero, como marca el tiempo y la historia, son y se atan al miedo con el que se manejan. En ese panorama se desarrolla el presente, con voces que desean arduamente hacerse escuchar y con oídos ansios de conocer otros mensajes. Del pasado quedan hermosos recuerdos y anhelos a nivel proyección, ideales de fuerza pura y esencia firme, pero todo, tienen que entender, con el tinte de una generación que pretende quebrar los esquemas mas básicos, puede tener. Es simple en planteo el decir que un sociedad, entendiéndola como el todo mas profundo a nivel individual, se puede manejar o comportar de esa manera, pero en el día a día se dan ejemplos de que se esta empezando a caer ciertos recursos que nos ataban, se quiebran muchas cadenas y la gente ya no espera ordenes para empezar a pensar.
Como todo proceso responde a la idea de la lentitud, pero hoy, con el extraño y frenético ritmo con el que se manejan los individuos, es posible que estemos muy cerca de un quiebre mas visceral y profundo. Delante del mundo, la necesidad; delante de la idea, el individuo...
Corrió tiempo ya desde que un día alguien en una pared supo decir: "No queremos continuar su lucha, queremos empezar la nuestra"