5 mar 2010

Incomodo como lo ciego del ojo

Si el universo… no, no rías con esa maldad, afónico de alma y con un cerebro que menstrua…una vez mas esta el esquema del quiebre que se presenta como opción mágica de continuidad, ahí, asustado por las sombras del ego, teme, duda, vacila al ver que tan frío es el porvenir. En el fondo solo es desgracia el cambio, o la posibilidad de este, porque no se nutre de la gloria del delirio, sino de cada una de las derrotas, de cada una de las soledades, de cada una de las heridas… de ser como gran dolor…
Indio de alma adormecida, como sonido estúpido o irónico del universo, como mientras en el traspaso inexacto del tiempo sobre el ego y al miseria propia el lamento del sin sentido. No preguntes ser, no podes plantearle al ego que se puede vivir sin él, tenés que ignorarlo de a poco, suave sin que se de cuenta, casi acariciando el aire que los separa, dándole muestras falsas de amor, para que entienda, no el ego, sino el dios de esa habitación, que ni el tiempo puede modificar la naturaleza del silencio… pero no, no hay mas formas para acallar el grito ahogado de la muerte idiota, real, autentica, definitiva, soberbia, asquerosamente mágica, del ego.

No hay comentarios: