No hay melodías vanas ni miserias ajenas, solo la sombra de ese pasado que muere en lo extraño del recuerdo, no es que haya mitos de soberbios orígenes, sino que es el cielo, tampoco, toda su presencia suena a delirio, tal vez, así, amortigüe el peso que tiene su cuerpo por sobre la culpa de su existencia, el porque de su sentencia de vida, el propósito, su propósito… ¿soldado de santas guerras? ¿Victima de posibles quiebres ajenos? ¿Conocedor de la ley? ¿Suicida? ¿Nacer solo para morir? ¿Evolucionar a una presencia astral? ¿Buscar, solo eso, buscar? ¿Acaso su vida se concede en misterio? Todo se sucede como debe, como debería, solo para tratar que el cliché sea tan grande, es lo que le gusta pensar, le conforta su existencia, la… la conciencia lo deja tranquilo cuando cae en la comodidad de esa justificación, paz flácida, mentirosa, fría, superficial… pero piadosa.
En el fondo solo se preocupa por existir mas allá de la soberbia de su mirada, le gustaría sentir como su cuerpo se desarma en miles de quiebres, cada hueso que se parta, cada vena que sangre, cada célula que se destruya, cada sentido que se funda en su conciencia, una razón, la sonrisa inocente del destino, que sea el mismo universo quien se proclame como locura, que el silencio sea esa nada… pero no.
La locura suele curar el razonamiento que la soledad provoca, no es que el propio reflejo sea pesadilla, no funciona así en el loco, aunque se siente bien decirlo de esa manera, creer que es la locura el perfecto motivo de su existencia, alejarse de la responsabilidad que significa ser dueño o cómplice de ese pensamiento que podría, o no; nadie modifica el olor a mierda que larga la conciencia de ciertas personas; acelerar ese proceso por el cual el inconciente colectivo evoluciona a algo mas, a ser conciencia plena y única del todo, ahora que el loco lo piensa, ¿será efecto placebo?, lo único que uno hace es continuar con una marcha que es inevitable, que el inconciente propio, que, en la locura del vomito del loco, funciona como ese inconciente colectivo que nos guía y modifica la forma y silueta de nuestros pensamientos, sea esa guía oscura del todo.
Uno existe por existir, solo por eso… pero no le sirve eso al loco, lo mantiene sin sentido, inútil en forma y conducta, no más… entonces no es, y ahí termina la sutileza.
Se dice, él a él de él mismo, que la nada no le va a funcionar, que es uno quien vive y muere, no las reglas, leyes o mandamientos, sino que, se empieza a sentir bien, que es… cerrá la frase aunque suene a ebriedad, la vida propia y ajena seria quien debería modificar la forma de las leyes y no al revés, si, suena a algo innecesario, mas que nada de uno mismo. En el después que se debe suceder como final, la paz se esfuma, así como la culpa, el dolor, la miseria y los demás seres que existen en su cabeza, aunque aun queda la duda.
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